Utopians: Y que nada nos importe

Podríamos comenzar por el final de esta breve historia, y en nada cambiaría su esencia. Por el final de un show demoledor, para buscar ser originales. Empezar contando la locura desatada. Pero no. Vamos a contarles cómo llegamos a eso, cómo la música nos puso de cabeza y por un rato no nos importó nada.

Desde que el nuevo siglo comenzó, el retro rock tomó un lugar protagónico y cada vez más presente en la escena rockera de Buenos Aires. Son pocos los que salen airosos en esa búsqueda. Como es el caso del trío Las Diferencias, que el viernes en la Trastienda se presentó como apertura de una noche que prometía no ser una más. Su música urgente, poderosa y elaborada, traía la marca de autores que en otras épocas dejaron para siempre su huella indeleble. Jimi Hendrix o Pescado Rabioso son los fantasmas que deambulaban en las canciones de esta interesante banda.

Pero lo que nos convocaba en San Telmo, era la presentación del nuevo disco de Utopians, Vándalo (2014). La sala se fue completando hasta quedar casi llena. No se sentía la tensa expectativa que precede al comienzo. Pero todo cambió cuando el telón descubrió al cuarteto pisando a fondo el acelerador. “Algo mejor” fue la primera descarga que puso a todos a sacudir la cabeza. El sonido procesado y moderno de guitarras distorsionadas que sacuden oídos. La rítmica demoledora de un bajo que no da respiro. El beat veloz y sin fisuras de un baterista que las mete todas. El estilo personal para los arreglos vocales. Todos son componentes que dan forma a la salvaje expresión de Utopians en vivo. No hay modo alguno de que podamos escapar, el ambiente se inflama, el ancestral conjuro del rock nos posee. Saltamos, empujamos, caemos y nos elevamos sobre la muchedumbre que nos lleva en sus manos. No importa si los temas son del nuevo o de discos anteriores, todos son festejados.

No hay refugio, tampoco lo pedimos. “Nada bueno”, “Con nada”, “Donde nadie te espera”, son muestras de que con Vándalo hay más madurés musical y las canciones son más sofisticadas. Varios pueden ser los estilos que están contenidos en Utopians. Grunge, un poco. Rock post punk, sin dudas. Pero no había ninguna duda que estábamos inmersos en un auténtico show de rock & roll. Todas la bandas hacen covers, es casi imprescindible, aunque no todas transforman una versión en un sello propio. Tras amagar con que ya no lo iban a tocar llegó para el cierre “Estallando desde el Océano” de Sumo. Y las tablas ya no fueron sólo de los músicos. Como en un ritual, piernas, brazos, torsos, todos revueltos, subían y bajaban del escenario, mientras los protagonistas se entregaban al mismo juego con instrumentos y todo.

Así llegamos a que la música nos pusiera de cabeza. Y que por un rato nada nos importe.

 

FOTOS: Gabo Lopez