Andando Descalzo: Noche de melancolía

“Les damos la chance de volver a ser jóvenes por una noche”, saluda el cantante Juani Rodríguez luego de que sonaran “Confundí” y “La luna”, dos temazos de Mil Destinos (2004), el disco homenajeado de la noche que cumple diez años de vida y de recuerdos, tanto arriba como abajo del escenario.

Minutos antes, “Un mundo” había inaugurado la velada anticipando lo que todos sospechaban que iba a suceder. Veintilargos y treintañeros coparon Niceto para volver a saltar como en sus años mozos, en los que no importaba transpirar y las piernas no pasaban factura al día siguiente. Aquello que ofrecía el cantante al principio de la nota era lo que los nostálgicos habían ido a buscar. Y lo encontraron.

“Arremangado” y “Veo música” seguían recordando el disco de las zapatillas. Aquel 2004 que lamentablemente encontró el símbolo de la tapa en el momento más triste del rock nacional. Pero Andando, especialmente en esa época, regala alegría, y convida salto y baile constante. Reggae, ska, cumbia, cuarteto. Rock. ¡Queremos eso, Juani! “No es casual” le da protagonismo a los vientos y completa la presencia de los reggaes del disco.

“Noche de melancolía”, repite la banda una y otra vez. Es que claro, los recuerdos no son solamente para abajo del escenario. Arriba, el bajista Federico Salgado (el más nuevo de la banda aunque ya no tanto) sonríe infinitamente al tocar algunos temas por primera vez, el percusionista Maxi Suppa arenga en cada momento en que no tenga que tocar, y en el medio, Juani se convierte en aquella fiera indomable de años atrás.

Mimetizándose con los viejos tiempos, el cantante abandona por dos horas su postura actual más tranquila y, para alegría de todos, enloquece y regala todo su carisma arriba de las tablas. Arrodillado, acompañado del órgano de Bocha Otero, ofrece la calma previa al huracán de “Judas Priest”, y nadie en Niceto se queda quieto al ritmo del ska frenético. De fondo, claro, las históricas puteadas entre cantante y público decoran los baches entre tema y tema.

El bloque tranquilo del disco llega con “Torito”, dedicada esta noche a todos los niños que ya existen en la banda y al que va a llegar (hijo del guitarrista Ariel Paladino), y luego con “Nada es igual” a puro piano y voz.

Aquel videoclip de “Polietileno” grabado en el laboratorio donde labura Juani Rodríguez mostraba a una banda bailando entre trajes químicos y tubos de ensayo, y así vestidos se presentaron el sábado para esta canción. Después quedaba tiempo para la cumbia de “Hoy” (enganchada con “Flor” y las chicas bailando arriba del escenario) y el cuarteto de “Sin querer”.

Pero hubo más canciones en este largo show. Para sentirnos de lleno en los viejos tiempos, aparece un cover de la época, “Alabama song (whisky bar)” de The Doors, seguido por “Semen up” de Los Redondos (parte de un compilado tributo reggae del año 2010). El presente por supuesto fue parte de la jornada desde el principio con “Ventanas”, “Cada vez”, “Lejos de vos” o “Cansada”. Esa actualidad más cancionera de rock que caracteriza este momento de la banda y que si bien no contrasta, muestra otra personalidad de la que se homenajeaba en la noche.

Cámara en mano, Juani regala “Continuar” y sobre el final llegan los más viejitos de todos, esos clásicos que tienen mucho más de diez años: “Pantuflas”, “Luz” y un último tema que viene con una condición: “Nosotros tocamos ‘El Marinero’ si todos ustedes vienen a Vorterix el 23 de mayo”.

Es domingo. A varios les duelen las piernas. A otros la espalda no los deja jugar al fútbol en la plaza con sus hijos. Otros madrugan por el llanto de un bebé y son zombies durante toda la tarde. Otros siguieron la gira del sábado a la madrugada y la pagan con un dolor de cabeza que seguirá hasta el lunes. Pero todos están contentos: fueron a festejar los diez años de Mil Destinos y volvieron a ser bien jóvenes por una noche. Gracias Andando Descalzo.

 

Foto: Julieta Lapeña

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