Priset: Energía positiva

La cantante Elizabet Milone es Priset. Este 2021 la encontró con dos nuevas canciones que marcan perfectamente su estilo tan personal entre el pop, lo melódico, electrónico y la energía de su voz. Primero corrió y corrió en el temazo que es “Perdiéndome”, luego le dio más luz y baile a la rítmica “Gravedad”.

“Fueron dos producciones que hicimos el año pasado”, aclara Priset al tiempo que asume que esa etapa de la canción es su favorita. “En este caso se dio de forma especial, por videollamada y a través de mensajes de voz, hasta que finalmente pudimos grabar en el estudio para fin de año. Cada canción tuvo su momento, creo que «Perdiéndome» fue la que más tiempo nos llevó en producir, ya que tenía muchas armonías y arreglos en los estribillos”.

Hablando de la producción, el trabajo tuvo el aporte de Gabriel Vilches, pero antes también habían trabajado Tweety González y Mavi Díaz en el EP debut El Peligro. “Trabajar con diferentes personas siempre aporta y suma nuevas ideas, está bueno escuchar diferentes opiniones. Trabajar con Tweety y Mavi fue un proceso de aprendizaje en general y una experiencia muy linda. Ahora con Gabriel Vilches fue la búsqueda de encontrar la manera de que estas dos nuevas canciones se relacionen entre sí, aunque sean diferentes géneros musicales”.

 -¿Cómo fluye la música en la cotidianeidad de estos tiempos pandémicos? ¿La usaste mucho para componer, para producir, practicar, o no tanto?

-Fue un periodo en el que me centré en aprender sobre producción y aprender un instrumento nuevo. Siempre tenía pendiente aprender a usar un programa para producir y poder armar mis maquetas desde mi perspectiva, para comunicarme mejor a la hora de grabar, que creo que fue una gran ayuda en especial en la canción «Gravedad», en la cual puede experimentar con sonidos diferentes y usar más sintetizadores.

-¿Cuáles son tus primeros recuerdos con la música? ¿Qué canciones y qué imágenes se te vienen a la mente?

-Vienen desde muy chica. Siempre hubo instrumentos y libertad para aprender en mi casa. Es algo que se me dio muy naturalmente, y lo cual me divertía. Lo veía como un juego. Escuchar a mi papá tocando la guitarra y la armónica, o jugar a componer con el teclado de mi abuela a los seis años, son algunos recuerdos hermosos. También se me viene a la mente León Gieco, que fue a uno de los primeros recitales a los que fui.

 -¿Sentiste algún click para empezar a componer o fue algo que se dio naturalmente con el paso del tiempo y tu incursión más profunda en la música?

-Fue algo que hacía desde muy chica naturalmente, como sin darme cuenta, como te decía recién. Me gustaba mucho improvisar cantando, y lo hacía por diversión. A los 18 años empecé a agregarle letra a eso que improvisaba y de ahí salieron mis primeras canciones, con la ayuda de instrumentos; a veces es la guitarra, el piano o el bajo, dependiendo la canción y creo que cantar mi propia música me abrió muchas puertas en la manera de expresarme líricamente.

Foto: kakanneph