Lo’ Pibitos: Bienvenidos al punto caramelo

En Niceto se respiraba onda ya desde pasado el umbral. El Dj Nico Cota tiraba funks desde temprano, mientras el lugar se iba colmando hasta alcanzar el lleno total. El escenario alto, permite no perderse detalles desde ningún punto de la sala, y “Despierta” del reciente cumpleañero A Punto Caramelo sale a escena. Lo’ Pibitos en la casa.

El casi hipnótico transcurrir se rompe con las increíbles bases de Jeremías Segall de Rosa en batería y Juan Gimenez  en bajo, de esas que rompen en el pecho e invitan a no quedarse quieto. Los MCs Guido Ruggiero  y Tomás Bacigaluppi le ponen lírica y mucho movimiento a un arranque furioso de un set que puso a todos los presentes a bailar.  Los Arbes, “Jean Luka” y “Rody Infinito” en percusiones y guitarra, respectivamente, junto a Marto Aguilar en chapas y Andrés Cortés en la otra viola, completan una numerosa banda que, a pesar de la cantidad y variedad de ritmos, encuentran los lugares para destacar todas sus individualidades.

Llegan “Tal para cual” junto a “Reconquista”, ambos del primer trabajo discográfico, Bienvenidos al presente (2011). Las orejas se paran con la versión del tema que le da nombre al primer disco sobre el riff de “Paisano de Hurlingham” de Divididos, como luego harán con “Esto es así”, subido a “I shot the sheriff”, el clásico de Marley. El Hip hop y el rock presentes en la noche.

Ruggiero, también conocido como  “El Dog”, le da rosca a la pedalera de efectos para su voz en la versión de “Mágico”, tema que fue reversionado y vuelto grabar en A punto…, mientras que la maravillosa voz de Emme engalana “Pin Pun” y “El ritmo de la vida”, un verdadero temazo en el cual sin perder la prosa rapera, se llega a un gran estribillo de esos que queda dando vueltas en el marote y son difíciles de dejar de tararear.

Rody se calza una acústica, y baja la intensidad del ritmo con la bossa “A punto caramelo”, pero solo será el freno para tomar impulso, ya que pegada a esta se pudre todo Niceto con la cumbia “Jarabe”. “Todos con las palmas arriba” pide El Dog con su voz distorsionada en graves y se enciende el público para seguir bien arriba con el pre estribo rockero de violas bien al frente, al que se le pega “Del Tiempo”, una especie de reggae/candombe con riffs en escala egipcia. Se evidencia entonces el total dominio del concepto de fusión de la agrupación, manejando los registros a gusto y piacere.

Un viejo conocido de la casa oficia de voz invitada para “Mira la diferencia” y “Está en ti”. Otro del clan Arbe, Andrés Alejandro, más conocido como “Abre” le aporta todo su flow junto a Sebastián Agüero, acompañando en las percusiones con su djembe. “Sintonía”, corte de Bienvenidos… sirve como separador para el otro invitado de la noche: el tremendo saxofonista de El Kuelgue, Pablo Vidal se luce en “El cielo espera”, al igual que Gimenez con un solo de slap que invita a no animarse a acercarse nunca más a un bajo luego de escucharlo.

El final se estaba acercando y Ezequiel Cantero domina en soledad el escenario con su viola con el instrumental “Outro”, para que luego Lo’ Pibitos vuelvan a escena y pongan allá arriba a todo Niceto con el funk “Just Chilling». Emme será la iniciadora del único bis de la noche, jugando con el público a entonar el coro de “Envión”, el cual será el final del gran show de la agrupación de Villa Crespo que pisa fuerte en la escena de música urbana.

Con muy buena lírica y una potencia musical pocas veces vista, demuestran que el funk no está muerto, y ponen a bailar sin freno a un público de lo más variado. Hip Hop, rock, reggae y ritmos latinos se entremezclan siempre manteniendo una firme base de bajo y bata, sumándose una gran facilidad para la prosa rápida de los dos frontmans, que llevan el show de forma casi canchera, pero sin perder ni por un segundo la línea.

Una muy buena opción para sumarse a un sonido refrescante y moderno, con estribillos para corear casi inconscientemente, y sin dejar de bailar al ritmo de Lo’ Pibitos.

 

FOTOS: Daniela Milana.