Nuevos tiempos, nuevas bisagras

Volvemos con esta columna, la cual siempre busca marcar y recordar el quiebre de popularidad de una banda desde el repaso de un disco en particular. En los últimos años nuestro rock nos regaló algunos ejemplos que no resisten este análisis, sino que se explican a partir de un estallido, el cual seguimos sin entender ni saber encontrar.

El primer caso a tener en cuenta es el de La Beriso, banda oriunda de Avellaneda que ya tiene 17 años en la ruta, siempre trabajando desde las sombras. Su ascenso a las grandes ligas tiene muchas explicaciones: algunas hablan de que captó el público cautivo de Callejeros, otros se agarran de su música (a nuestro entender el más válido), y por último se habla de su recorrida por todo el país, presentándose en los escenarios más inhóspitos. Rolo Sartorio (voz) y sus muchachos hicieron su base en el Teatro Flores, el cual colmaron varias veces su capacidad (a mitad de este año lo llenaron cuatro noches seguidas), para saltar al Luna Park a fines de 2013, y demostrar su poder de convocatoria.

La actualidad de La Beriso los tiene presentando su nuevo disco a lo largo y ancho del país, y preparando su arribo al Estadio Ciudad de La Plata, en un show que convocará alrededor de 30 mil personas, algo impensado para ellos cinco años atrás.

El ejemplo más claro, y que radica su génesis en lo digital son Las Pastillas del Abuelo. Con 13 años de historia se transformaron en una banda multitudinaria con tan solo dos discos y una catarata de temas inéditos que grabó Piti Fernández, cantante, con su guitarra. Podemos marcar a “El Sensei” como la bisagra para la banda (¿el mayor hit inédito de la historia del rock nacional?), pero sería quedarse con solo una pequeña arista, porque estos muchachos reformularon algunos conceptos en los shows de rock, con un público que es partícipe pero desde otro espacio.

El año 2008 fue el del primer Luna Park. Meses antes habían reventado siete veces El Teatro Flores, y todo esto con tan solo dos discos editados, los cuales no habían llegado a ningún medio masivo, sino que se habían viralizado en Youtube y en el antiguo Ares. Hoy, Las Pastillas editaron “Paradojas”, su sexto disco de estudio, y hasta se dieron el gusto de armar una obra de teatro ciego con la cual sorprendieron a su gente.

Salta La Banca es la última banda de esta trilogía. Su explosión no tiene fecha porque fueron llenando todos los lugares a los que iban llegando, y esto solamente con un disco acústico y una placa, la cual hoy dista muchísimo del sonido actual de la banda. Liderada por la impronta de Santiago Aysine, la banda hizo de Groove, Niceto y Teatro Colegiales, hoy Vorterix, sus casas, con shows extensos que generaban que el boca a boca sea cada vez más rápido y efectivo.

Es entonces otra banda que no tiene ninguna canción que represente un hit popular. Las redes sociales fueron su principal bastión de crecimiento, y a partir de allí lograron llegar a lo largo y ancho del país siendo una banda independiente.  Hoy están presentando su cuarto disco de estudio, y acaban de pisar por segunda vez el escenario del Luna Park, en el marco de la gira que los lleva a hacer sonar en vivo su disco por todos lados.

No siempre una placa logra que una banda explote. Las redes sociales, y otras plataformas digitales lograron lo que “discos bisagras” permitían en otros tiempos. Ninguna banda en busca de crecimiento debe desatender las nuevas tecnologías porque allí radica el nuevo lugar de la masividad, la cual casi todos anhelan pero pocos logran conquistarla.

FOTO: Carla Lucero Tobar.