Pequeño salto mortal, Iván Ferreiro

Después de varios meses escribiendo esta humilde columna, hace unos días, pensando solo en el baño mientras  miraba mis ojeras negras y violetas –heredadas de mi madre, y otro poco por mí pésima forma de dormir-,  me di cuenta de que lo que venía escribiendo, hasta el día de hoy,  estaba  escrito de otra forma en casi todos lados. Es verdad que tardé un poco en darme cuenta, pero tardo para casi todo en mi vida. Es ocio, pereza y un poco de otras cosas.  Entonces, ¿para qué mierda escribo lo que otros ya escribieron?, me pregunté mientras también me daba cuenta de que tenía que afeitarme, porque la barba me estaba dando pinta de linyera. “Para darle mí estilo”, me dije. Pero NO. Me importa un carajo mi estilo y el de los otros. En realidad escribo para calmar la ansiedad, y en esa misma ansiedad radica el motivo por el cual escribo de manera tan breve, porque no soporto leer algo muy extenso, por bueno que sea o prometa –el Ulises de Joyce nunca lo terminé, y los libros de Thomas Mann tampoco-. Bueno, entre todo este quilombo de pensamientos y basura acumulada de una semana gastada, decidí cambiar esta columna y hacerla mucho más corta, quizá porque la ansiedad es mayor a medida que pasan los días, y dejar todo así: “Tres razones por las cuales deberías escuchar a…”

Empezamos con Iván Ferreiro:

Primera razón: porque se le ocurrió, en los 80’, formar una de las bandas más importantes del pop español: Los Piratas. Con solo escuchar el tema “Promesas que no valen nada” alcanza para justificar eso que escribí de “Una de las bandas más importantes”.

Segunda razón: porque supo pasar de canciones que calaban hondo -las letras del disco “Picnic extraterrestre” lo demuestran con creces- a canciones de un optimismo que lo dejan a uno cerca de querer salir a comerse el mundo. Ojo, las letras son optimistas, pero sin caer en un libro de autoayuda, eh, no se confundan. Iván tiene una gran capacidad para combinar lindas frases, auténticas verdades que a uno lo identifican enseguida,  como en los buenos tiempos de Calamaro, donde el músico se dedicaba a darle poesía con honestidad a cada una de sus vivencias dentro de sus clásicas temporadas en el infierno.

La tercera y última razón por la cual deberíamos comprar los discos de este petiso atrevido es lisa y llanamente porque emociona cuando canta, cosa que pocos pueden hacer hoy en día.  Interpreta  una versión del conocido tema “Algo contigo” de Chico Novarro, que es puro huevo y corazón. Nada que ver a la versión de Vicentico, que dicho sea de paso podemos contar que Novarro lo demandó a Vicentico por haber cambiado ligeramente la letra. En realidad lo tendría que haber demandado por la asquerosa interpretación que para mí hizo, pero bueh, cosas que pasan.

La cuestión es que dimos tres razones. Para algunos pueden ser pocas o insuficientes para escucharlo, pero la verdad es que no les cuesta nada apretar dos o tres teclas de sus queridas PC.