Atropello Carregal: «Aprendimos mucho de ver bandas under en vivo»

Atropello Carregal y La Moral de la Naturaleza es el nombre del tercer disco de la banda oriunda de Munro, que en su nuevo trabajo potencia (en todo sentido) su propuesta bien rockera atravesada por distintos ritmos que recorren la placa. “Creo que en el inconsciente queríamos un disco de canciones rockeras. Luego de tener todos los temas armados empezamos a depurar un poco y juntar aquellos que más nos gustaban y que creíamos que tenía sentido ponerlos juntos en un disco”, explica el guitarrista Gonzalo Fernández a la hora de comenzar a describir la gesta del nuevo material.

-¿Cómo fue todo el proceso de producción?

-El proceso fue largo, si bien lo que es estrictamente la grabación fue bastante rápida (poco menos de dos semanas en Romaphonic) y otras dos semanas de mezcla, hubo antes un periodo de preproducción larguísimo que se iba dando mientras la banda continuaba tocando en vivo. Así a lo largo de más de un año se fueron acumulando canciones, más de las que quedaron en el disco. Ahí le fuimos dando forma, la verdad había temas de todos los estilos y colores, no partimos con una idea a la cual abordar, se fue dando. La verdad es que «…La moral de la naturaleza» no es un disco conceptual, pero sí intentamos que tenga una continuidad sonora, estética y también, aunque esto se dio medio de casualidad, que las letras manejen ciertas ideas similares y complementarias.

-Queda sin embargo al oído del escucha una línea que por muchos momentos puede interpretarse como conceptual.

-A partir de tener todas las canciones juntas nos dimos cuenta de que ya sean canciones de amor, de bajada de línea, sinceras o más desde la ironía todas tenían en algún lado un enfoque similar. A partir de allí y tras algunas charlas decidimos ir por «Atropello Carregal y la moral de la naturaleza», lo que tratamos es un poco de desarticular y repensar aquellos conceptos, conductas o discursos que se nos muestran como «naturales». Nos incluimos en el título porque no nos gusta colocarnos por fuera del debate como si nosotros no reprodujéramos dichos mandatos en alguna de las tantas aristas que tiene nuestra vida. Es, de alguna manera, ser un poco autocrítico y no sumar un grano de arena a la mentira de la objetividad absoluta que pretenden tener algunos periodistas.

-Es un disco mucho más poderoso que los anteriores pero que mantiene la impronta de variedad de estilos. ¿Sienten que encuentran la identidad de la banda con este disco?

-Es cierto, la variedad de estilos continúa en este tercer disco, sin embargo creo que hay un común denominador (en el audio, en la ejecución de los instrumentos, en las letras) que, al menos a mí, me da la sensación de que lo que suena es Atropello. Ya sea un reggae, una cumbia, algún 6×8 o un tema rockero directo, lo que se escucha es Atropello Carregal. Creo que sí, que logramos esta vez plasmar en un disco una identidad más acabada de la banda. En eso nos ayudó mucho Lucas Gómez, que fue el ingeniero y coproductor del disco, un capo. Nos mostró un poco la senda por la que queríamos ir tal vez sin saberlo a ciencia cierta, siempre nos gusta reconocerle su laburo porque fue muy bueno de verdad.

-Se viene el primer show del año (viernes 8 de mayo) y estrenan bajista. ¿Qué preparan para el show de El Marquee?

-Estrenamos a Damián Magliola en las cinco cuerdas, sí ¡cinco! Se adaptó 10 puntos, casi no le hicimos bullyng por ser el nuevo (risas), y las canciones comenzaron a sonar en muy pocos ensayos. Obviamente después afilamos detalles y cosas más específicas para el vivo, ya verán. En cuanto al show armamos una lista bastante rockera, al ser un recital corto tal vez nos queden afuera canciones más tranquilas. Intentamos hacer una seguidilla de temas bien contundentes, que dejen en claro cuál es el ADN de la banda. Siempre quise decir lo del ADN, ¿lo metí bien no?

-Quedó bien. Lo dejamos.

-Genial.

-¿Y cómo ven la repercusión tanto en la gente como en ustedes mismos a meses ya de la salida del disco y luego de shows en La trastienda y The Roxy?

-Los shows estuvieron muy buenos, muy buena convocatoria, la sensación desde arriba del escenario es que los temas gustan y que la banda está más afilada. Es lógico que ahora ya tomando un poco de distancia desde la salida del disco las canciones empiecen a salir mejor, más prolijas… Las primeras presentaciones de un disco suelen tener también la tensión de estar tocando algo nuevo, algo que todavía no tenés tan mecanizado del todo. Creo que éste año va a ser un lindo año para escuchar todos los temas de «La moral» en vivo. Bien ajustaditas, una piña a la pera.

Hay muchos invitados, Cientificos del Palo, Eruca Sativa, un exConnor Questa. ¿Hay una nueva oleada de bandas que parece renovar el rock argentino?

-Sí, también estuvo Juanse de Ojerosa y una sección de vientos tremenda (Juan Canosa, Ramiro Flores y Sergio Wagner). Todos tremendos músicos. Respecto de la nueva escena del rock, yo siento que hay una renovación que está arrancando y que además hay una filosofía distinta frente al laburo musical. Cuando arrancábamos a tocar allá por el 2005 me costaba encontrar bandas under que se preocupen por el sonido, por la ejecución, etc. Como que «la onda» pasaba por otro lado. Hoy en cambio, al toque podés encontrar bandas tremendas y que a la vez suben la vara para las bandas que venimos pisando un poquito más de atrás. Eso me parece súper sano.

-¿Se sienten parte de esta nueva camada?

-Aprendimos mucho creo de ver bandas «under» en vivo y que suenan increíbles. Lo bueno es que al estar todos cerca se les puede preguntar sobre qué pedales usan, amplis, audios, etc. y eso enriquece a toda la escena. Se está gestando algo interesante sin duda y nos sentimos parte.