El Bordo y Cielo Razzo: Los jueves y ese no sé qué

El jueves es un día con muy buena prensa. Es cool, tiene onda. Porque el lunes es muy pronto como para romper el molde, tanto como el martes, que es un día al recontra pedo. El miércoles es muy miércoles, mitad insoportable que separa la nada misma. Pero el jueves tiene ese no sé qué. Rey de los afters y de una falsa sensación de que los fines de semana largos no se hacen solo con feriados. Llegando a la Rural ya se sentía el halo del ‘’Chupahuevismo’’, un estado o situación perfecta para un atardecer veraniego en el cual Groove recibe un dúo dinámico, ruidoso y frenético.

Apenitas pasadas las 21, Caminando aparecieron los rosarinos de Cielo Razzo, plantaron su Chapa y bandera y saludaron a una generosa concurrencia con “Te vas”, balada rockera que se desliza como hit de su última placa Sideral (2013). Javier Robledo la rompe toda en los parches y arranca “Carne 2” dando una pauta de cómo viene la mano, potente versión del temazo de Buenas (2001). La banda liderada por Pablo Pino es una explosión continua, donde un paso atrás para acústicas como “Entre las 4 y las 6” o la hermosa versión de “La gran ola” a voz acompañada de los pianos de Marcelo Vizarri, es solo para tomar impulso y salir a flote con un poder descomunal.

El set que promedió las dos horas tuvo todos los matices y gustos. Hubo tanto clásicos como “Que se yo”, “Alma en tregua” y “Estrella”, como algunas más cercanas a este tiempo como “Galope”, “Monos” y “Barek”. Una virtuosa zapada entre Diego Pájaro Almirón y Fernando Nano Aime dio pie a “Cableluz”, y el bajo de Cristian Narvy Narváez y las percus a cargo de Carlo Seminara anticiparon el cantado por todos Luna: “Que el cuero resista…”. “De caer”, “Luminoso” y “Sin salida” cerraron la mitad de la noche.

Cielo Razzo arranca un 2015 con la polenta que los caracteriza, luego de un año excelente y con un crecimiento que, fecha a fecha, los posiciona como una de las bandas más potentes de la escena, sin perder la complejidad y la búsqueda de la perfección de cada una de sus composiciones.

No hubo mucho tiempo más que para estirar un cacho las patas, vaciar el tanque o llenarlo un cuarto más.

A las 23:20 exactas El Bordo mostró su Existir, y puso el puntapié inicial para termina una Noche extraña, donde se debate entre las obligaciones del viernes a la mañana para algunos y el “Chupahuevismo” del jueves de enero de otros tantos. La fiesta se armó con “Chico invisible” del reciente disco Hermanos (2014), seguido de una gran versión de “El insatisfecho”. La transición entre lo actual y lo clásico otra vez se hicieron presente en la noche de Palermo.

Menos integrantes pero misma fuerza que sus colegas rosarinos, la banda de los hermanos Kurz, acompañados por Pablo Spivak en bajo, Miguel Soifer en batería y Leandro Kohon en armónicas y teclados, repasaron los temas más significativos de sus ya largos 15 años de carrera, y mostraron bastante de su último disco para un público muy fiel que acompaño con mucha fuerza en cada uno de los temas.

Sonaron los clásicos “Así”, “En la vereda”, un enganchado de “Quiero ver”, “El grito” y una versión poderosísima de “Con el cuerpo a la mitad”. De lo nuevo se pudo disfrutar de temas como “Sobrio”, “Lejos” y “Descerebrados”. Hubo tiempo para rockearla fuerte con “La banda”, “Soñando despierto” y “Yacanto”. Llegando al final de la noche, adentrados ya en el viernes, concluyeron muy arriba con “Desaparecer (Parte II)” de Historias perdidas (2010) y el emotivo “Hermanos”, que da nombre al último disco y vaya si no es un muy buen título para describir como El Bordo se muestra arriba de un escenario.

Hubo tiempo para un bis ante la insistencia de “Los Perdidos” y la noche termino a puro rocanrol con “Siempre Original”, un estandarte inédito que solo fue registrado en el DVD Vivo en lo que pensás (2012).

Otro jueves cobarde, cantaba Iván Noble allá por el comienzo del milenio. Cielo Razzo y El Bordo se plantaron y dejaron en claro que el jueves lejos de ser un impedimento, es un día donde se puede llenar un Groove y darle duro y parejo hasta el viernes, el día más esperado por todos, pero no por eso del que mejores cosas puedan salir. Es que el jueves tiene ese no sé qué…

 

FOTOS: Daniela Milana