Ariel Prat y Juan Subirá: «El fútbol sirve para ejemplificar todo»

La lectura es un ejercicio de imaginación constante, por lo qué, a continuación, querido lector, se le va a pedir que lo ejerza. Imagínese que sale de su casa un viernes, que pareciera ser como cualquier otro, pero no lo es. Imagínese entonces, que como tantas otras mañanas, se sube al colectivo apurado. Imagínese que llega a su destino, en el barrio porteño de Saavedra, y que cuando se baja del bondi, el sol le pega en la cara. Imagínese que entra a un bar y hay dos hombres esperándolo. Imagínese, luego, que esos dos hombres son nada menos que músicos de la talla de Ariel Prat y Juan Subirá… e imagínese, por último, que durante casi dos horas, hablará solamente de fútbol. Imagínese todo eso, y quizás, quizás, llegue a sentir al menos un porcentaje de la emoción que sintieron estos dos cronistas el pasado viernes.

 

“Siempre tuve la secreta esperanza de jugar en River”

Si ésta fuera una nota seria y acartonada, de esas que casi siempre se dejan de leer a las pocas líneas, arrancaría diciendo algo así como: “Juan Subirá y Ariel Prat, dos reconocidos músicos rioplatenses…”, y seguiría con una enumeración de datos y estadísticas probablemente ciertos, pero que no hacen falta mencionarlos para demostrar la calidad de artistas que son. Pero como esta nota no es seria ni acartonada, ni tiene la intención de serlo, vamos a arrancar diciendo que Juan Subirá y Ariel Prat son dos músicos de puta madre, pero, principalmente, dos fanáticos del fútbol y de River, dos gallinas de pura cepa…

-¿Cómo empieza el amor por River y el fútbol?

Ariel Prat: -Arranca con mi abuelo, que en 1931 cuando River y Boca empatan, y hay un penal y se pudre todo. La gente de River invade la cancha, mi abuelo estuvo. Me lo contó a mí, pero no lo sabían las hijas, yo lo conté una vez en una revista, y lo leyó mi tía, la hermana de mi viejo, y no lo sabía.  Mi abuelo no hablaba, trataba de usted a todo el mundo, incluso a mi abuela, y conmigo tenía una relación copada por el fútbol. De pibe me iba a ver cuando jugaba, entonces me contaba esas cosas. Mi viejo ya de River fanático total y después nací yo… mi vieja también. Y mi viejo, cuando nosotros vivíamos en la Provincia, vivíamos en San Miguel y José C. Paz, juntaba a todos los pibes del barrio y nos íbamos en tren a la cancha. Yo lo único que no llegué, fue a jugar ahí, me probé, estuve un año probándome y nunca me aceptaron. Me probaba mientras jugaba en Argentinos juniors y Chacharita, pero yo estaba de prueba en River. Yo jugaba de 11. Después volví a Argentinos en el ‘76, cuando Diego Maradona debuta en primera y venía a jugar con nosotros a veces a la séptima. Esa fue la única época que yo jugué de titular con él, aunque siempre tuve la secreta esperanza de jugar en River.

-¿Y cómo era jugar con Diego?

Ariel Prat: -Alucinante. Te cohibía, a mi me cohibía muchísimo jugar con Diego, pero además yo no era del núcleo de él, entonces me usaba mucho. Por ejemplo, hacía que venía a dármela, yo picaba y se iba para otro lado. No me tenía confianza. No jugaba conmigo de igual a igual, y la verdad que te ponía bastante nervioso en el sentido que era un compromiso. Ahora me van a editar un libro que se llama “Batata Negra”, que es el relato central de una serie de relatos en el cual cuento historias de futbol, y cuento de un sábado a la tarde, en un festejo de Argentinos, que en un campeonato interno le gané la final a los Cebollitas titulares, y se llama Batata Negra porque a partir de esa anécdota Francis, el técnico, me bautizó Batata Negra, por bronca. Y el libro son anécdotas, hablo de un sueño que tuve con mi viejo después de que había fallecido, que fue un sueño muy ilustrativo, en el Monumental, con Labruna, con “mi segundo hogar el gallinero, mi viejo me soñó como Angelito”. Está muy ligado porque aparte hay como una banda de sonido de mi vida con mi música. “Al olor del hogar” es uno de los temas. “Gambeteando” (N. de la R: incluye fragmente con la voz del padre de Prat), “El zurdito”, dedicado a Messi, que se lo hicimos con Juan antes que nadie. El primer tema fue para Messi fue el nuestro, lo hicimos en el 2006.

-Juan, Diego estuvo en recitales de Bersuit, ¿qué significa para ustedes Maradona?

Juan Subirá: -Es un jugador que tuvimos la suerte de verlo jugar, tenerlo en canchas argentinas y en la selección. Son esos tipos que marcan una diferencia de calidad, fue muy lindo verlo y conocerlo después,  eso fue como un broche. Diego se acercó en un momento a un concierto, en Obras, y nos dijo, “che, ¿qué tengo que hacer para que vengan al programa?”. Y ahí estuvimos charlando, y ese día subió al escenario e hizo jueguitos con la pelota en “El baile de la gambeta”.  Fue un momento alucinante. Y después fuimos a tocar al programa de él, con los Ratones, los Piojos. Al final se hizo el tema de Rodrigo. Es maravilloso, recuerdos imborrables del ‘86… la verdad que más allá que haya estado en Boca, traspasó eso.

-¿Qué opinión tienen del mundial de Messi?

Juan Subirá: -Nosotros estábamos en Alemania, vimos toda la parte final del mundial estando de gira allá. Con Alemania estábamos en Hamburgo, fue muy loco. Conseguimos un local de tango argentino, donde lo vimos con un montón de compatriotas y latinos, y algunos alemanes mezclados. Yo a Argentina lo vi bien, vi un equipo muy bien armado, ayer me puse con mis hijos a rever el partido. Y Argentina estaba bien parado, no tenía la pelota, pero tuvo las mejores ocasiones de gol. Y un partido muy duro estratégicamente, a mí lo que me gustó mucho de Sabella fue que armó un equipo, y lo que más se le tenía desconfianza que eran la defensa, el arquero, realmente hicieron un campeonato tremendo. Después el Kun estuvo a media máquina, Di María se lesionó, le quedó medio la mochila a Messi. Me parece muy cruel y desubicado pegarle a Messi. Si Higuaín hace el gol ese que se come, y Palacio la mete, el partido cambia completamente. Para el final creo ya no tenían piernas, estaban pensando en los penales, pero el partido fue muy parejo, muy peleado, y Alemania era un tremendo equipo.

Ariel Prat: -Además que los goles que nos llevaron hasta ahí fueron de Messi. A mí me parece que caerle es una pelotudez. Somos así nosotros, discutimos a Messi, discutíamos a Romero, y me hago cargo, yo también. Yo le pedí perdón en Facebook (risas). A Rojo… no entienden afuera esa actitud nuestra, porque nosotros somos muy jodidos.

 

“Llorando con mi vieja como cuando era pibe”

El 26 de Junio de 2011 es una fecha que quedará marcada en la memoria del futbolero argentino. Sin importar el cuadro. Aquella tarde de invierno, un gol de Guillermo Farré sentenciaría el empate entre Belgrano y River, y el primer descenso en la historia del club de la banda roja. Durante la temporada siguiente, Ariel Prat, a modo de catarsis, escribiría crónicas de cada escalón riverplatense por el Nacional B para la agencia Télam, crónicas que luego se convertirían en el libro “Te alentaré donde sea”.

-26 de junio de 2011… ¿cómo vivieron ese día?

Juan Subirá: -Yo el descenso lo vi en mi casa, con amigos, mi hijo… fue muy triste. Es muy triste ver la debacle de una institución tan grosa, aparte de que sea tu equipo, por supuesto, por una cuestión sentimental. Con Independiente mismo, un equipo que yo lo vi jugar en la década del ’70, con River, y era una fiesta del futbol, era Bochini y Bertoni de un lado… es triste. Con River fue así, más cuando vos lo ves venir, no fue que pasó en ese año con los jugadores que estaban en ese momento, sino que fue una debacle de 10 años más o menos, no pasó de un día para el otro. Todos te decían “no, no se va a ir, no van a dejar que se vaya…” contra San Lorenzo que se le escapa la pelota a Carrizo… o el gol en contra con Boca… fueron una serie de cosas que fueron pasando, pero más allá de ese último campeonato, esto venía de antes. Era un debacle que vos lo veías campeonato a campeonato, que es entre institucional, futbolístico… la gente, cagándose a tiros la hinchada partido tras partido.

Ariel Prat: – Me ha tocado estar en la Patagonia, en Buenos Aires, en la cancha… yo ese día no pude ir a la cancha porque yo iba, pero me llamaron temprano que estaba todo mal, y la gente con la que yo iba estaban todos amenazados, entonces no pude ir. Lo vi con mi vieja. Yo lo cuento en el libro, termino llorando con mi vieja como cuando era pibe. Mi vieja me consolaba y lloraba también. Y cuando se pudre todo, muestran imágenes, y estaba mi mujer en España, me llama y me dice “lo están pasando en España, como le están pegando a un muchacho de barba”. Y era Ramiro, que yo lo conocía. Si yo hubiera estado ahí me hubiera metido, a separar, o me hubiera peleado, no sé qué hubiera pasado. ¡Estaba saliendo en vivo en España, fue tremendo! Fue más fuerte que cuando Juventus se fue a la B en Italia. Fue un acontecimiento. Y el libro habla de eso, de ese paso por ese infierno… De estar en París, salir de un concierto apurado con otro hincha de River, y meternos en un lugar. Íbamos ir a otro lado pero el dueño era de Boca y nos cargó, así que lo terminamos viendo por Internet. A mí ese año me disparó un libro, que me sirvió mucho para cicatrizar la herida porque yo estaba mirando los partidos también con un ojo crítico, y con humor incluso en algunos casos… Yo la vi venir, ya contra Lanús les dije a todos, “River se va”. Además el sheriff Passarella se había peleado con Grondona… se destrozó todo, se vino abajo todo, y por eso hoy se disfruta mucho que River esté jugando como lo está haciendo.

-Nombraste a Grondona… ¿Cómo ven al futbol argentino actualmente con tras su fallecimiento?

Juan Subirá: -Grondona me parece que hace años tendría que haber dejado su cargo, era una locura que un tipo se perpetúe en un cargo hasta morir. Pero pasó así, y eso habla mal de la organización del futbol argentino… un tipo con un poder desmedido, ahora hay que ver como continúa esto. Y hay algo económico que es una cagada, porque es muy difícil armar un equipo bueno, competitivo, donde los pibes puedan desarrollarse, conocerse, tener todo eso que se necesita para madurar… porque se van corriendo.

Ariel Prat: -Ahora vamos a ver como sigue, un descalabro total. Yo pienso que también se murió una parte de una cosa vieja, de una estructura vieja de un país. Posiblemente tengamos que soportar una época de transición, pero por otro lado, esta transición es beneficiosa, fijate que están jugando bien los equipos, hay muchos goles, están desatados. Banfield está jugando bien, Racing está jugando bien. Pero también estamos sujetos a toda una estructuración mundial del futbol, que es el hecho de tener que vender. Antes hablábamos de Bochini, el Beto Alonso, toda la vida con la misma camiseta. Y hoy, ¿cuánto jugó Mascherano antes de irse? Y así hay un montón de casos.  Me parece que hay que hacer una reestructuración hacia adentro, pero es también una cuestión de mercado, económica. Fijate sino Lanzini donde terminó jugando…

 

“El fútbol como metáfora de la vida”

La pasión por el fútbol indefectiblemente acapara a la música, y una gran cantidad de canciones (como algunas que ya se fueron nombrando) asoman en la poesía bersuitera y de Prat. Desde algunas anécdotas con Macaya Márquez y el Pájaro Caniggia como protagonistas, hasta vivencias cerca de la casa del archirrival Boca Juniors.

-El escritor Eduardo Sacheri tiene una frase que dice: “hay quienes sostienen que el futbol no tiene nada que ver con la vida del hombre, con sus cosas más esenciales. Desconozco cuanto sabe esta gente de la vida, pero de algo estoy seguro: no saben nada de futbol.” ¿Que relación encuentran entre el futbol y la vida?

Juan Subirá: -Totalmente, poner el cuerpo, poner todo… yo creo que el fútbol tiene muchas cosas lindas, una que es un juego social, es compañerismo, donde si todos los jugadores realmente tiran para el mismo lado, el equipo seguramente va a tener muchas más posibilidades de jugar. Después por supuesto está la maravilla del desequilibrio, de ese ser individual que tiene algo diferente a los demás, y también hace al juego y a todos nos encanta, pero es un juego de equipo, y eso me parece que es una cosa hermosa que tiene el fútbol.

Ariel Prat: –Juan en “Toco y me voy” lo dice muy claramente… “en una cancha o en un bar…”, hay un tema que yo canto, que muchos creen que es mío pero en realidad es de Beto Asurey, que es “Sobre la hora (alma de wing)”, y está dedicada a Houseman en realidad. Yo cuando Beto me regala ese disco, lo escuchábamos con mi viejo en el tocadiscos y llorábamos, mi viejo y yo. El tema habla del wing como metáfora de la vida. Dice “cuando los flojos lloran y está cerquita el fin, quiero ver sobre la cancha aquellos que se bancan tener alma de wing”. El alma de wing, en el fútbol más que nunca representa lo que dice “Toco y me voy”,  poner el cuerpo, todo. Y ahí estás, todo el tiempo, luchando, insistiendo. Hay quienes no pueden, porque aflojan, y otros no ceden, y esos con esa terquedad, con esa locura… el futbol sirve para ejemplificar todo.

 

“El Baile Interior es la confirmación de una idea”

Pero como dice el dicho, “no solo de fútbol vive el hombre”, por lo que, por un momento nomás, es inevitable correrse de la pelota e interiorizarse en lo que se viene, que, en este caso, es el retorno de Bersuit al mítico Luna Park, el sábado 6 de Septiembre.

-Sacándolos un poco del futbol, se viene un gran show de Bersuit en el Luna, en el cual Ariel también va a estar…

Juan Subirá: -Sí, presentando este nuevo disco, muy contentos de llegar de vuelta a este lugar que es como una segunda casa, un templo importante de la música.

-Pensar que estaba proféticamente dicho en el primer disco: “en el 2005, en el Luna Park…”

Juan Subirá: -Sí, muy gracioso, llegamos antes. Mirá como son las canciones, a veces parece que se burlan de uno mismo, o ese personaje que fue uno. Pero ahí vamos al Luna otra vez, vamos a ponerle todo, va a ser un lindo show, aprovechamos para presentar este disco y también hacer un repaso por nuestra historia, va a ser un show intenso, con muchos momentos.

-El primer disco de esta nueva etapa era capaz una “vuelta al ruedo”, este es el segundo, ¿Qué se puede comentar de “El baile interior”?

Juan Subirá: -Para nosotros es la confirmación de una idea, de un concepto de banda, donde tenemos una relación mucho más horizontal entre los componentes del grupo. Nosotros queremos que se sienta eso, me parece que en el disco está bien plasmado. Y después es de alguna manera hacer el camino de vuelta, hacer historia. Si bien Bersuit es una banda con 26 años de recorrido, nosotros en parte sentimos que si bien es una banda con un nombre histórico, clásico, pero también un poco nueva en algún aspecto, porque perder al cantante, líder, y todo eso, de alguna manera te obliga a comenzar un poco de vuelta. Con toda una historia, pero hay que asumir nuevos roles, tanto Dani como Cóndor en el medio del escenario, cantar la mayoría de las canciones…

-Para cerrar, volvemos al deporte más hermoso del mundo… sacando el gol de Diego a los ingleses en el ‘86, ¿qué gol les gustaría haber hecho?

Ariel Prat: – Ahora muy fresquito, el gol que se perdió Higuain. ¡Doy la vida por ese gol! Ese y sino en el ‘75, cuando River en Vélez el gol lo hace Bruno y rompimos la sequía. Por una cuestión de sentimentalismo, que tiene que ver con la juventud alejada, ese gol también me hubiera gustado hacer.

Juan Subirá: -Yo me acuerdo de goles hermosos, el gol de Montenegro en cancha de River, el gol de Rojas, ¡la vaselina en cancha de boca! Hay tantos goles divinos… los que uno más se acuerda son esos que si se hubieran hecho hubieran cambiado la historia…

Ariel Prat: -Claro, esos que a uno le sale el futbolista de adentro.  Que decís, “hubiera definido de otra manera, ¡pero le pegó con el suplemento de astrología del diario popular del domingo!”.

 

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