Los Piojos – Tercer Arco

Sería casi como cometer un crimen recordar este disco de la banda liderada por Ciro Martínez a partir de los pasitos que aparecían en los boliches cuando sonaba “El Farolito”, o por las patadas murgueras improvisadas que relucían con “Verano del 92”. Tercer Arco, placa del año 1996, es muchísimo más que eso porque logró el despegue de una de las grandes bandas de estadio de los últimos quince años de nuestro rock.

Corría septiembre de aquel ‘96 y Los Piojos comenzaban a resurgir del under bajo la etiqueta de Rock Stone, la cual muy pronto dejaron atrás. Tercer Arco logró catapultarlos a Obras, el primer objetivo grande de las bandas de rock en esa época.

El comienzo es certero con “Esquina Libertad” (dedicado al Che Guevera) y “Taxi Boy”, el sonido mejorado y los arreglos de las guitarras de Tavo Kupinski y Piti Fernández marcaban un salto en la calidad del producto. “Shup Shup” sigue la línea de la primera canción, y presenta un gran estribillo. Si bien aparecía poco en los shows, se disfrutaba mucho cuando sonaban sus acordes en vivo.

El track número 5 es “Al Atardecer”, dándole un clima intimista y bajando varios cambios a un disco bastante intenso en toda su extensión. Nuevamente las guitarras creando climas intimistas se llevan todos los elogios. Le sigue el bloque de “Que decís” y “Don´t say tomorrow”, las cuales dan un excelente cierre a la mitad del disco. Es claro el corte, ya que la próxima canción inaugurará un distinto camino dentro de “Tercer Arco”.

“Todo pasa”, una de las composiciones más bellas de la banda, lograba picos emotivos en los conciertos. “Servido va tu amor” es una frase de tatuaje que viajó directamente hacia los cuerpos de muchos fans. El homenaje al 10 con intro incluida y un video filmado en la cancha de Huracán es otra canción furibunda que muestra la faceta más rocker y podrida de Los Piojos en su discografía.

Un apartado para “Gris”: la poesía tanguera al extremo de la mano del inolvidable Tavo Kupinski (de esos músicos valorados luego de su muerte), una sorpresa dentro del disco más hitero. “Muévelo” desataba la fiesta, y daba la intro murguera para el cierre con “Verano del 92”, y ese rezo a Fasolita con las bases rítimicas de la mano de Dani Buira. Para cerrar, el track oculto “No se van Los Piojos”, sirvió en algunas épocas para leer banderas en los shows.

Un gran disco por donde se lo mire. Quizá la aparición de Azul dos años después demuestra que a la banda no le quedaba cómoda la exposición constante y la aparición hasta el hartazgo en todas las radios comerciales, algo que Tercer Arco le dio en altas dosis a este quinteto oriundo del barrio de El Palomar.