Ojerosa: «Gritamos basta de pagar para tocar»

Ojerosa se presenta el próximo sábado 5 de abril en El Chaperío con muchos motivos para que la fecha sea sin dudas una de las más importantes hasta el momento: mientras cumplen diez años de vida, presentan su primer álbum ¿Quién Baila?, y estrenan videoclip de la canción “Poquito a poco”. Todo esto y más nos cuenta el cantante Ale Falcone.

-¿Cómo fue el proceso de producción del disco? ¿Cuánto tardaron en sacar el material?

-El proceso fue muy satisfactorio, de mucho crecimiento. Duró aproximadamente, desde el primer ensayo hasta el final, un año. El audio lo tuvimos a finales de 2012 y debido a que somos una banda independiente autogestionada lo pudimos recién sacar materialmente en mayo de 2013. Arrancamos en un principio con diecisiete canciones que en un período de seis meses llevamos a diez que son las componen ¿Quién baila?

-¿Sienten que la experiencia en estudio de la grabación del disco enriqueció el sonido en vivo?

-Definitivamente. Con la grabación del disco pudimos encontrar nuestra identidad, definir nuestros gustos e intereses, encontrar nuestro camino. Eso se ve directamente reflejado en el sonido en vivo. Cada uno de los temas tuvo bastante preproducción, lo que nos permitió hilar fino, prestarle atención a los detalles, vestir a cada una de las canciones de la manera correspondiente. Sin lugar a dudas, ese laburo se ve reflejado en la ejecución de los temas en los shows.

-Hacen mucho hincapié en las letras, ¿creen que por ese lado pueden aportar su granito de arena al rock?

-Cantamos lo que pensamos y sentimos. Venimos de la escuela del rock en castellano cuya mayor virtud radica en las letras, en lo que nuestras sociedades -siempre acalladas por la historia- tienen para decir. A lo largo del tiempo se ha hecho propio al rock n’ roll y se ha desarrollado una faceta nuestra, una forma de interpretarlo que es propia de Latinoamérica. Siguiendo ese camino, las letras son las que marcan la diferencia y son la forma de expresar las desigualdades que vivimos en un sistema que deja mucho que desear.

 

Autodenominados ricoteros tanto musical como operativamente, los integrantes de la banda resaltan que antes que nada son amigos. “Somos amigos devenidos en músicos. Hace diez años venimos tocando y compartiendo nuestras experiencias”, explica el cantante pero aclara: “La banda empezó su camino más profesional en el 2010 con la entrada de Rama (Vulijscher) en el bajo. Desde aquél momento comenzamos un camino de crecimiento constante y continuado. Hemos podidos desarrollar además de nuestra amistad una excelente relación de laburo, lo que hace que sea un ámbito de mucho armonía”.

¿Qué cambiaron y que sienten que sigue igual desde aquellos comienzos?

-Nuestra esencia es la misma que la del comienzo, pero hoy en día, y gracias al esfuerzo, hemos mejorado como músicos, resultando la banda nuestro proyecto de vida, nuestra manera de expresarnos y de sentir por lo que intentamos accionar en consecuencia.

-Nacieron en una época muy complicada para el under, ¿cómo fueron esos primeros años donde tocar en vivo era una tarea casi imposible en la ciudad y alrededores?

-Desde la masacre de Cromagnon fueron tiempos difíciles para el under. Se cargó a las bandas con las culpas de funcionarios, policías y empresarios corruptos. Se estigmatizó al rock de asesino y quedaron impunes los verdaderos responsables. La música no mata, da vida y por eso la escena se está recomponiendo nuevamente. Nos toca a las bandas nunca olvidar y estar unidas para que se reconstituya definitivamente. Igualmente debemos seguir dando pelea, porque las relaciones de poder no se han transformado todavía y las bandas tienen que pagar enormes cantidades de dinero para que los dueños de los locales se la lleven toda. Te piden plata, cortar gran cantidad de entradas para tocar en lugares con mal sonido, mal acustizados. Ojerosa hace un par de años decidió gritar basta de pagar para tocar. No tocamos donde tenemos que pagar y logramos seguir tocando, así que se puede. Así como hay gente que solo le importa maximizar las ganancias y reducir absolutamente las ganancias, hay gente que le interesa la cultura, la música y el arte que otorga sus lugares con alternativas diferentes.