De La Gran Piñata: No hay despertador que los pueda bajar

Es común que lleguemos a fin de mes con las manos vacías pero con esfuerzo, paciencia y dedicación, De La Gran Piñata despidió enero (al tiempo que recibió el 2014) con el corazón lleno de emociones, de abrazos, de aplausos y sonrisas.

Para las 21 hs. el Teatro Vorterix contaba con casi mil doscientas personas. Plagas de jóvenes y otros no tanto, piñateros que observaban como el telón se abría y daba comienzo a la función que tanto ansiaban presenciar. Con un sonido potente y un piso que no paró de temblar “Melodía para ver fantasmas” abrió la noche del viernes seguida por “Introspectivo” y “Clonazepán”.

Al instante que Darío “Pantera” Giuliano (voz) recuperó el aliento, llovieron los sentidos agradecimientos a quienes hicieron posible que la banda se presentara en el antiguo Teatro de Colegiales. Tanto a quienes estaban detrás del escenario como quienes lo vivían desde abajo, armando una fiesta a los ojos de la banda.

Sumergiéndose en su primer disco Miércoles (2009) la banda oriunda de la zona sur de Buenos Aires pasó a tocar “Fe de ratas”, “Quizás así”, “La puerta detrás del ropero”, “Under” y “Borracho”. Entre tema y tema las sorpresas seguían cayendo ya que próximas fechas se iban confirmando a medida que el show transcurría, y que mejor momento para compartirlo con su público que destrozando los cimientos del Teatro.

La palabra gracias retumbaba en cada espacio que encontraban al hablar, llegando así el momento de recordar que en este 2014 De La Gran Piñata cumple 10 años de carrera. Al toque, Ángel de Proyecto Ñandú sube a las tablas para hacer “Malas Noticias”.

La lluvia de aplausos no frenó hasta que Pantera quedó solo sobre el escenario para interpretar junto a la gente “Norte”, dando rienda suelta así al cariño y a la fe que sus espectadores ponen en esta banda. Fue “La Petisa Inflamable” el siguiente tema en la noche pero con un plus que cruza las fronteras: Bruno Andreu, guitarrista de Once Tiros, hizo llorar a su viola junto al resto de la banda que se acopló al tema. El uruguayo fue ovacionado tanto por el público como por los músicos que desbordaban de alegría al contar con su presencia en una noche tan importante.

El show siguió, y la fiesta se vivía tanto arriba como abajo del escenario. “Canción de Cuna”, “(Sonrisa)”, “Josefina”, “Veredas”, y “Anguilita” fueron la antesala para que un tercer y último invitado sea parte del show. Alejandro Kurz, voz y guitarra de El Bordo, interpretó junto a estos cuatro soñadores «Release» de Pearl Jam y luego “Montaña Rusa”, mientras en las visuales, detrás de la batería de Alejandro Zenobi, se veía el video clip filmado a fines de 2012.

Retornó el sonido pesado con “Residuos”, que hizo temblar los estudios de radio que se encuentran dentro del Teatro dejándole paso a Lucas Martínez, guitarra de La Piñata, a recordar que justamente ese viernes 31 de Enero se cumplían cinco años de la desaparición de Luciano Arruga, siendo así sus palabras el preámbulo para que con respeto y con memoria la banda entone “30.000 luces” con un grito de “Nunca Más” de fondo.

Ya faltaba poco, la noche, el show, y la euforia se les escapaba de las manos. “El Postrecito”, “Puta” y “Despertador” fueron los últimos temas que sonaron en la noche entre agradecimientos, saludos en vivo, y sonrisas que se intercambiaban los piñateros con los músicos. “La historia de la mosca y la araña” cerró la noche  tan deseada, dejando a todos con un saborcito a sigan tocando que nadie se quiere ir. Pero no se preocupen porque en febrero siguen los shows mientras algunos esperan a que De La Gran Piñata estalle en el Cosquín Rock.

 

FOTO: Gentileza DLGP – Luciana Vilanova.