La Renga: Distintos en todo

Entre el año que pasó y este que comenzamos a transitar, varias de las bandas más importantes de nuestro rock festejan con shows o discos sus 20 o 25 años. Una de ellas es La Renga, acaso la banda más convocante de los últimos 10 años. Este texto pretende funcionar como un repaso de la gran historia de la banda liderada por Gustavo «Chizzo» Nápoli.

Fiel a su estilo y costumbre, el  7 de diciembre de 2013, La Renga festejó, sin grandes avisos, sus 25 años con un concierto en la localidad de Navarro, provincia de Buenos Aires. Todos los asistentes sabían que el mismo hacía las veces de cierre de año, pero no que iba a tener un tinte histórico por ser el show del cuarto de siglo de la banda de rock que marcó a una generación.

Corría el año 1988 cuando Gustavo Nápoli, Gabriel y Jorge Iglesias hacían sus primeros conciertos en el barrio de Mataderos. A partir de ese momento iba a comenzar un ascenso vertiginoso de un grupo de gente que eligió la amistad y el trabajo por sobre otras cosas que ofrecen la fama y el éxito en nuestro país.

El fenómeno de La Renga se puede analizar desde diferentes costados. El discográfico es uno: en el año 1991 editan Esquivando charcos, su primera placa, en 1995 lanzan al mercado Bailando en una Pata, un disco en vivo que tiene versiones mejores logradas de todos los temas de la primera placa, algo raro en un tercer disco.

En el año 2006 aparece Truenotierra, un álbum doble, con un disco compuesto por  cinco temas instrumentales/zapadas, el cual tenía un precio igual al que si fuera simple, uno de los gestos clásicos de esta banda siempre tan cercana al público. En 2010, aparece Algún Rayo, con un packaging complejo que solo se podía conseguir si uno compraba la entrada para algunos de los shows de la gira, logrando niveles de venta históricos para una banda independiente. Luego del fin de esa gira accidentada, el disco podía conseguirse en cualquier disquería.

En los shows también marcaron un camino aparte: en el año 2009 organizaron su propio festival llamado “Festival de la Huella Invisible”, en el mismo lugar donde se organiza año a año el “Cosquín Rock”. Esto se logró debido a la estrecha relación que con el productor José Palazzo, quién nunca pudo convencerlos de participar de este festival histórico.

En 2004, en el estadio de Huracán, grabaron un DVD llamado El Ojo del Huracán con un escenario en el medio de un estadio repleto, colonizaron lugares que nunca antes habían recibido un show de rock (hecho a veces cuestionado por los difíciles accesos con los que cuentan esos lugares), cerraron 2012 con un show en el Corsódromo de Gualeguaychú y batieron el record de entradas vendidas en un show en Buenos Aires con más de 90 mil tickets cortados en 2007 en el Autódromo Oscar Gálvez. A pesar de todo esto, años anteriores no se privaron de llenar Obras, Vélez, River, Atlanta y el Estadio Ciudad de la Plata en varias ocasiones.

Claro que también pasaron momentos durísimos en su cuarto de siglo de vida, el peor quizás con la muerte de Miguel Ramírez en el show en el Autódromo Mouras de La Plata en abril de 2011, producto de una bengala que había ingresado al show por fallas en el cacheo. La Renga dio la cara y acompañó a la familia de todas las maneras posibles sin buscar la aprobación de los medios de turno.

Así fue que repasamos de manera breve la historia de la banda independiente más grande que tiene nuestro rock, “La Renga toca por causas y no por sponsors” reza una frase que hicieron correr ellos años atrás. A partir de las críticas desde diferentes sectores ante la aparición en el show de los 30 años de la democracia, ellos respondieron afirmando que tocaron por ser una celebración nacional, y que nos les interesa ser partidarios a ninguna agrupación política. De esta manera dejan de lado las dudas creadas por el regreso a tocar en Capital después de seis años. La pregunta si es alguna vez volverán a hacerlo…

 

Foto: Mauro Bouzas